reinadecapitada , webeo Lunes, 27 junio 2016

Game of Girls

Regina Limo

Nerd feminista y lesbiana. Escribo guiones, narrativa y teatro. Leo como descosida y colecciono juguetes. También puedes leerme aquí Hueveo en Twitter como @reinadecapitada

 

Fuente: tumblr

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*Este post NO contiene spoilers*

Anoche terminó la sexta temporada de Game of Thrones. La serie sigue consagrándose como una de las mejores historias en la televisión de USA y uno de los hitos de la cultura popular de esta década.

Su principal cualidad es narrar un mundo medieval ficticio desde una perspectiva cínica y desencantada, con gran profundidad y desarrollo. Con esto se distancia del tratamiento habitual de la fantasía en la televisión y el cine mainstream. Los últimos grandes referentes como las sagas de El señor de los anillos o Harry Potter se ubicaban en mundos donde el bien y el mal eran categorías concretas e identificables, la línea entre amigos y enemigos estaba bien trazada y los protagonistas tenían más o menos claros sus valores.

Pero Game of Thrones se ha adecuado a unos tiempos en que los grandes valores del siglo XX están en debate, como la democracia (así lo demuestra la polémica por el Brexit). Además, GoT no es la historia de un solo protagonista (ni en la serie ni en los libros). Los personajes que nos caen más simpáticos deben matar o traicionar para lograr sus objetivos y los personajes más odiados pueden reivindicarse ante nuestros ojos tan solo con conocerlos un poco más.

Sin embargo, ese no ha sido el único encanto de GoT. En el género fantástico no abundan las representaciones femeninas que se salgan del cliché o los papeles secundarios y esta es una de las innovaciones de la serie. Desde que inició y, en especial, en esta última temporada, las mujeres de Westeros han estado a la par en representación con los personajes masculinos. De hecho, desde la primera temporada son generadoras activas de los grandes conflictos: Daenerys, la última heredera de los Targaryen, está decidida a recuperar el trono que le fue arrebatado a su padre por Robert Baratheon, lo que dispara una parte importante de la historia.

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Imagen: cdn2.business2community.com

 

Así, la serie supera largamente el célebre Test de Bechdel: hay más de dos protagonistas mujeres, hablan entre ellas y sus temas trascienden los intereses románticos. Más aun, las mujeres, en distintos grados, participan de las intrigas y la lucha por el poder, que es el eje temático de GoT. Unos quieren el poder para gobernar, otros simplemente quieren hacer justicia y unos pocos, ambas cosas.

Muchos no sobreviven a esta hostilidad. Siempre he creído que el personaje de Sansa Stark, en su primera etapa, es poderosamente simbólico: un retrato de la ingenuidad de los lectores y una ruptura declarada con el cliché de princesa dependiente y fantasiosa. Que Sansa creyera en los cuentos de los trovadores en un mundo tan perverso era la forma en que George R. R. Martin, autor de los libros en los que se basa la serie, nos decía que no esperáramos finales felices en GoT, y que no le gustaban los personajes femeninos tan poco elaborados, por lo que Sansa terminará siendo más profunda de lo que parece.

Como es un mundo extremadamente hostil, la serie no se ha cansado de mostrar secuestros y agresiones sexuales contra mujeres, al punto que una de las escenas de la temporada cinco generó controversias porque involucraba una violación expuesta crudamente. Sin embargo, que mujeres tan complejas y distintas entre sí como Arya Stark, Daenerys Targaryen, Cersei Lannister, Margaery Tyrell, Ygritte y Brienne de Tarth, entre otras, se hayan hecho un lugar este mundo, implica que Martin no ha escatimado cuidado en la construcción de sus personajes mujeres.

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Imagen: vía Twitter

 

Y las hay de todas las edades, desde la veterana Olenna Tyrell hasta Arya, que al empezar la historia está apenas saliendo de la infancia. Todas están involucradas en el juego de tronos o se sirven de él, no tanto por la suerte sino gracias a sus habilidades, que son de todo tipo. Mucho han insistido las ficciones en que la mayor habilidad de supervivencia femenina ha sido la seducción, pero en GoT las mujeres demuestran que no están al margen del mundo, siendo heroínas o no. Cersei, por ejemplo, se ha ganado nuestros odios más que justificadamente. Por otro lado, las decisiones políticas de Daenerys no siempre nos complacen. Y nos perturba un poco la simpatía que nos despierta la taimada Lady Olenna, Reina de las Espinas.

Pero es en esta última temporada donde la presencia femenina ha sido crucial en el desarrollo de las tramas. Cuando ciertos fracasos parecían inevitables y algunos personajes se desgastaban en su camino, las mujeres aparecieron o reaparecieron para darle fuerza a la historia, infundir valor, aportar nuevas estrategias o se jugaron la vida por defender lo suyo. No hubo antes tantas vueltas de tuerca determinadas por mujeres. Me llaman la atención dos personajes que han sido relevantes esta temporada: Lyanna Mormont y Yara Greyjoy, que son especialmente particulares porque pertenecen a dos grupos que la ficción fantástica suele dejar de lado o en papeles menores: las niñas y las mujeres lesbianas.

Si bien la serie ya tenía a Arya Stark, ninguna niña había ostentado el poder de la manera en que lo hace Lyanna y con un carisma tal que su personaje no necesitó más de un episodio para que nos hiciéramos sus fans.  Por otro lado, en cuanto a mujeres guerreras, Brienne parecía ser la única representante de este grupo, a excepción de las Serpientes de Arena, pero estas últimas están mejor representadas en los libros que en la serie. Brienne destacaba por su expresión de género y su determinación a ser guerrera. Pero apareció Yara Greyjoy en el horizonte, abiertamente lesbiana y con mayores habilidades bélicas que su hermano, el pobre Theon. Ahora Yara es un elemento importante en la última parte del juego de los tronos.

Imagen: tumblr

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¿Cuál será el futuro de las mujeres en la serie? La trama de la sexta temporada ha cambiado el tablero del juego y las mujeres han determinado mucho en él, por lo que será difícil que no tengan un papel importante en el desenlace. Game of Thrones no solo ha renovado la forma de contar la fantasía y le ha dado un lugar respetable en la televisión, sino que además ha sido pionera en la representación femenina. Ya es célebre la entrevista en que a Martín le preguntan por qué es que tiene personajes femeninos tan geniales (es decir, complejos) a lo que nuestro amado y odiado gordo responde “porque son seres humanos”. Y nunca tan humanas como en GoT.

Regina Limo

Nerd feminista y lesbiana. Escribo guiones, narrativa y teatro. Leo como descosida y colecciono juguetes. También puedes leerme aquí Hueveo en Twitter como @reinadecapitada