The Danish Girl: una particular historia de amor

Foto: Universal Pictures

Nació como Einar Wegener, pero murió como Lili Elbe, la primera mujer en pasar por el proceso de reasignación quirúrgica del mundo. De eso y de la relación con su esposa trata La chica danesa, dirigida por Tom Hooper y protagonizada por Eddie Redmayne en el papel de Einar/Lili.

Se ha apuntado una buena el amigo Eddie Redmayne. Su Lili Elbe es dulce, frágil y valiente a la vez, delicada en sus formas y andares. Felizmente, el tratamiento del tema no ha sido meramente documental o histórico, pese a que está basada en una novela del estadounidense David Ebershoff. El autor, en las notas finales del libro, afirma haber utilizado hechos reales de la vida de Einar/Lili pero señala que la obra es, antes que nada, una ficción que se ha tomado algunas licencias. Así como la novela, la trama de la película se ha detenido en el proceso afectivo de una persona trans. Se le puede reprochar a la película que, pese a tratar un tema delicado, puede ser demasiado naif por algunos momentos, tomando en cuenta que el espacio público rara vez ha sido amigable para una mujer trans, pero lo que importa en la historia es el mundo íntimo de Lili y Gerda, su esposa, la más cercana a la transformación de Einar en Lili. Si bien el ambiente bohemio del mundo del arte europeo se permitía ciertas libertades, también es cierto que Europa vivía entre dos guerras y el fascismo estaba a punto de imponerse. El amor incondicional de Gerda la protegió de un mundo que no estaba preparado para ella. Tuvo suerte, mucha esposas hubieran aborrecido a sus maridos. Pero ellas siguieron juntas, Lili se convirtió en su musa y Gerda en su ángel.

Comentaba la película con mi amigo Jorge Carrión, y él me decía que le había parecido, ante todo, una historia de amor, un amor muy particular pero incondicional. Y no puedo estar más de acuerdo, La chica danesa ha preferido contar la historia desde una perspectiva íntima y desde la relación de una pareja, que puede decepcionar a quien se acerque al tema por curiosidad morbosa (que es lo que probablemente ocurra en muchos casos). Y eso es más que bueno, porque la lucha del colectivo trans es dejar de ser observados como fenómenos de laboratorio o, en el mejor de los casos, vistos con conmiseración médica.

Pintura: Gerda Wegener

¿Cuántas mujeres y hombres trans han muerto al ser rechazados por sus familias o su entorno? Aún en nuestra época que presume de civilizada no se puede decir que este sea un lugar seguro para las personas que no son cisgénero. Lili Elbe, como es obvio, no es la primera mujer transexual/transgénero de la historia, pero sí fue la primera en someterse a una cirugía de reasignación genital, operación que se realizaba por primera vez en la historia de la medicina. El caso de Lili, en realidad, fue más conocido en Europa de lo que la película nos muestra, y probablemente la joven haya sido tratada como fenómeno de feria y con cierto sensacionalismo por parte de la prensa de su época.

Pero decía que The danish girl no es solo una recreación de la historia de Lili Elbe, es la historia del amor entre Lili y Greta, un amor tan especial que fue la razón de que Lili sobreviviera el rechazo de la diferencia, que la ayudó a identificarse y a no terminar, como tantas otras, encerrada en un manicomio diagnosticada con esquizofrenia, como terminaron personas homosexuales o trans, en una época en que el electroshock y la lobotomía eran tratamientos aprobados y cotidianos para los problemas mentales. Una época además en que el concepto de identidad era más rígido que en la nuestra. Lo que está en juego durante la transición de las personas trans es el derecho a determinar su identidad contra la que les ha sido asignada al nacer.

¿Pudo haber existido sola Lili Elbe? Estamos hablando de principios del siglo XX. Pese a que en Europa se vivían ciertos aires de libertades idílicas, sobre todo en el arte y los entornos artísticos, se conocía muy poco en la sociedad occidental sobre la sexualidad. Y ese pequeño tiempo de libertad se iba a terminar pronto con las guerras mundiales. Es una afirmación manida pero cierta:el conflicto bélico detiene el desarrollo de las sociedades en las que interviene. De no ser por el delirio nazi, Alemania hubiese sido el país vanguardista en materia de sexualidad. En 1919, Magnus Hirschfeld fundó en ese país su Instituto para el estudio de la sexualidad, pionero en el tema, y él mismo fue uno de los primeros activistas abiertamente homosexuales de la historia moderna. Aunque no es mencionado en la película, se sabe que supervisó la primera operación realizada a Lili Elbe.

Pintura: Gerda Wegener 

Ha habido una polémica respecto a que sea un hombre cisgénero quien represente a una mujer transgénero. Hollywood sigue haciendo historias desde la perspectiva del varón blanco, masculino, heterosexual y cisgénero, y aunque me parece que Redmayne es más que competente en el papel (al punto que espero que gane el Óscar – sorry, Leo), entiendo la molestia de un sector de la comunidad. Como mencioné antes, durante años se les ha descrito desde la perspectiva médica patológica. Tocar la transexualidad como tema siempre será algo delicado. Son las personas trans quienes deberían decidir si esta película las representa correctamente y seguir batallando por hacer escuchar su propia voz más allá de diagnósticos médicos o psicológicos. Construir la propia identidad también es un derecho.