5 agradecimientos para Volver al Futuro
Regina Limo
Nerd feminista y lesbiana. Escribo guiones, narrativa y teatro. Leo como descosida y colecciono juguetes. También puedes leerme aquí Hueveo en Twitter como @reinadecapitadaDudo mucho que Robert Zemeckis o Michael J. Fox o Christopher Lloyd lean esto, pero la niña que, gracias a ellos, pasó horas fascinada frente a la tele y la pantalla del cine, allá en los ochenta, quisiera agradecerles de esta forma.
1. Descubrir la ciencia ficción
¿No alucinaban con términos hermosos como «condensador de flujos» aunque no entendieran un pepino? Back to the future logró la hazaña de darnos a los menores la bienvenida al gran género de la ciencia ficción. Debo haber visto la primera parte de la saga a los cinco años, a finales de los ochenta, y entendí perfectamente cuáles eran los dilemas de Marty y el buen ‘Doc’. Aprendí que había historias donde se podía hacer conjeturas sobre el futuro, y calcular las posibilidades que nos iba a brindar la tecnología.
Era, más o menos, la época en que empezaban a aumentar las ventas de computadoras personales en el primer mundo, y todos soñábamos con un futuro en el que la ciencia nos facilitaría más la vida. Recuerdo que quise fabricar mi propio robot con alambres y tornillos viejos (spoiler: no lo logré). BTTF bebe de los grandes autores de la sci-fi, desde Wells hasta Philip K. Dick, y, claro, el clásico Julio Verne, ídolo del Dr. Emmett Brown, y tiene los componentes más respetables del género: no solo predecía el futuro de la tecnología, también alertaba sobre los peligros de jugar con esta, con los viajes en el tiempo, y recalcaba la responsabilidad humana ante los grandes poderes. Ya luego llegarían a mi vida películas como Blade Runner o los relatos de Asimov, pero BTTF fue la mejor clase introductoria de sci-fi que se puede tener en la infancia.
2. La obsesión con las líneas del tiempo
Back to the future bebe de la fascinación de Wells por la ciencia, pero también del pesimismo de Orwell ante el poder humano. El 1985 donde Biff es poderoso y corrupto es el perfecto ejemplo de lo que se conoce como distopía, una posibilidad histórica sombría. Creo que la parte que más terror nos dio de toda la saga fue aquella donde el Doc le explica a Marty que su ambición personal los ha metido a todos en un gran lío.
Debido a este conflicto, la trama de BTTF puede llegar a ser más compleja de lo que parece. Hay un detalle de la estructura de la historia en el que ahondaré porque me parece que dentro de cierta lógica rígida puede sonar a incoherencia del guion pero que, sin embargo, es necesario para el funcionamiento de la trama. El conflicto de Back to the future II parte cuando Marty y el Doc llegan a la distopía del 1985 paralelo. Esto se debió, como recordamos, a que Biff viejo, el año 2015, robó momentáneamente el DeLorean, regresó a 1955 y le entregó a su yo del pasado el almanaque deportivo. Lo que vemos nosotros en la película es a Biff anciano regresando al mismo presente que dejó, pese a que cambió significativamente el rumbo de su vida.
Si siguiéramos la lógica de la primera película, Biff anciano tendría que haber regresado a un presente (2015) producto de su acción en el regreso del tiempo, tal como le sucede a Marty en la primera película. En Back to the future, McFly viaja a 1955, enreda la situación de sus futuros padres, la arregla y al estar de vuelta, descubre que sus acciones han transformado totalmente su futuro, cambiando la situación de su familia y la personalidad de su papá. Lo mismo tendría que haberle sucedido a Biff anciano, pero, quizás por exigencias del guion, no podíamos ver las consecuencias de su viaje hasta que los protagonistas regresaran a 1985.
Una explicación que se puede dar de esta aparente incoherencia es Biff regresa a un futuro que fue descompuesto y luego ya había sido modificado por los viajes que harían Marty y el Doc al Viejo Oeste y a 1985 respectivamente.
3. Personajes entrañables
No importa lo pintoresca que pudiera ser la personalidad del doctor Emmet Brown, uno no podia dejar de querer a un tipo tan capaz de hacer disparates en nombre de la ciencia como de llevar desvergonzadamente una melena despeinada. A pesar de esto, y de sus pelos siempre revueltos, el gran Doc era un defensor a ultranza de la racionalidad cientifica y sus logros, a veces ya de manera un tanto naif. Por eso, el Doc necesitaba a Marty, un adolescente mundano, intuitivo y, sobre todo, muy emocional, porque como en toda buena dupla del cine gringo, las parejas disparejas son la formula más efectiva.
Pero quiero detenerme un momento en el villano. El gran Biff, el villano tontorrón y matonesco, antítesis completa del Doc. Había algo que nos impedía odiar totalmente a Biff (en cualquier de sus tres o cuatro versiones), quizás es que era tan pero tan bruto que cualquiera de sus planes terminaba con él metido hasta la crisma en el estiércol fresco.
4. Soñar
Los ochenta, pese a la aparición del VIH, de las crisis económicas y de la caída de regímenes que destrozaron el sueño socialista, transmitían optimismo en sus modas, colorinches y su música frívola. Después de todo, Madonna nació artísticamente en esos años. A finales de los setenta, futurólogos como Alvin Toffler ya predecían cómo iban a ser los próximos treinta años. Toffler ya hablaba de fenómenos como las redes sociales y sus beneficios.
Recuerdo que de niña leí en Cosmopolitan un artículo que enumeraba predicciones sobre el futuro. Expertos en la materia hablaban de aspectos de la vida tan cotidianos como la televisión. Decía un experto en esos años ochenta que la programación televisiva estaría disponible en los horarios que se nos antojaran y podríamos sintonizar nuestro programa preferido a cualquier hora. Para alguien como yo que se obsesionaba esperando la transmision de Los Picapiedra, me sonaba a algo aun lejano.
BTTF consolidó esas ganas de esperar el futuro para vivirlo. a pesar de lo que diga este articulo de la BBC, nada podra quitarnos el hecho de que nos hizo apreciar mejor la época en que vivimos, pues hemos sido testigos directos de cambios sociales, y aunque lamentablemente aún no encontramos la cura definitiva contra el cancer (mal) ni se estrene Jaws XIX (bien, aunque probablemente Terminator sí llegue a ese número) vivimos tiempos de cambios significativos.
Pero siempre recordemos el consejo del Doc: tu futuro depende de lo que tú hagas con él.
5. Por reunir lo mejor del cine de su época
El cine de Hollywood, claro, que por definición es un cine de público masivo y estructuras narrativas tradicionales. Pese a esto, Back to the future se dio el lujo de jugar con la estructura de su propia trama cuando Marty regresa de nuevo en el tiempo y se ve a sí mismo la primera vez que viajó). En todo lo demás BTTF condensa la gracia de sus efectos especiales, un guion bien escrito y el hecho de reunir varios géneros en una sola historia, además de rendirles homenaje: el western, las comedias de adolescentes, la ciencia ficción, etc.
BONUS TRACK
Le agradecemos a Marty que haya «inventado» el rock & roll.