reinadecapitada Miércoles, 5 agosto 2015

¿Los hombres no merecen atención preferencial? Lo que dicen la ley y «el sentido común»

Regina Limo

Nerd feminista y lesbiana. Escribo guiones, narrativa y teatro. Leo como descosida y colecciono juguetes. También puedes leerme aquí Hueveo en Twitter como @reinadecapitada
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¿Somos una sociedad amigable con el rol masculino de la paternidad?

 

Hace ya quince años existe en Perú la Ley de Atención Preferencial, más exactamente la Ley N° 28683 – Establece Atención Preferencial, que fue una modificatoria dada en el 2006 de la Ley Nº 27408, que ya existía desde el 2001.

Básicamente la Ley dice:

“Artículo 1.- Objeto de la Ley

Dispónese que en los lugares de atención al público las mujeres embarazadas, las niñas, niños, las personas adultas mayores y con discapacidad, deben ser atendidas y atendidos preferentemente. Asimismo, los servicios y establecimientos de uso público de carácter estatal o privado deben implementar medidas para facilitar el uso y/o acceso adecuado para las mismas.”

Según esta ley no deberían ocurrir incidentes como el que le ocurrió al ciudadano Oswaldo Marcos Andrade el sábado 1° de agosto.

En el Banco de Crédito BCP si eres macho no mereces la cola preferencial por mas niños en brazos que lleves…

Posted by Oswaldo Marcos Andrade on Domingo, 2 de agosto de 2015

¿Por qué entonces la empleada del BCP, de acuerdo a lo que menciona el afectado, argumentó que la cola preferencial es solo para mujeres?

¿No estamos de acuerdo acaso en que la crianza de un niño o niña puede ser ejercida por ambos padres? ¿No se supone que hemos superado ya esa valla? ¿No hemos dejado atrás la exclusividad del rol parental de la mujer?

Dice la nota del diario La República:

“Según el testimonio, la empleada autorizó la permanencia del cliente, pero este decidió exigir luego que le muestren la norma del BCP con la prohibición explícita, pues consideraba que le habían faltado el respeto.

La chica recurrió a un manual donde leyó “la cola preferencial es para mujeres gestantes, niños, ancianos y personas discapacitadas”; sin embargo, el cliente no quedó conforme porque nunca le mostraron la prohibición para los hombres con hijos, además aclaró que este beneficio es para el menor.”

La fuerza de la costumbre

El problema es que la Ley de Atención Preferencial no consigna que haya que darles preferencia a personas con niños, literalmente habla de niños y solamente niños. Está bien, ustedes y yo sabemos que los niños no suelen ir solos, por ejemplo, al hospital o a la Reniec. Mucho menos que realicen trámites complejos para los que obviamente se necesita la potestad de un adulto presente, y ese adulto debería ser uno de los padres o apoderados. Eso sí lo contempla la ley. Un niño no puede recibir dinero de una entidad formal si no es a través de la competencia de un adulto.

Lamentablemente, al no ser explícita, la ley nombrada se presta a interpretaciones de un supuesto sentido común, de la costumbre. Lo peor que puede hacer una ley es dejar asuntos fundamentales a la libre y antojadiza interpretación de cada cual, como lo hizo la trabajadora del BCP.

 

 

¡Que pase el desgraciado!

La paternidad en Perú no tiene buena reputación. En América Latina diríase. Ahí están las cifras de abandono de hogar, violencia de género y demás problemas que atañen a la relación entre padres e hijos, donde en la mayoría de los casos el varón es quien ejerce la violencia o el abandono.

El conflicto nace cuando, en vez de resolver el problema, nos dedicamos a satanizarlo. Y hemos tenido años de Laura Bozzo, demás amarillismos para lograrlo. Entonces un varón ocupándose aunque sea parcialmente de sus hijos es una rara avis. Lo miramos con el rabillo del ojo.

No es la primera vez que un varón como el señor Marcos pasa por esta situación. Es algo que se ve y se asume todos los días en el transporte público, por ejemplo. Si sube un varón con niño en brazos es raro que le ofrezcan asiento, y si sube el varón con la esposa o novia o conviviente, es ella quien se sienta, porque A ELLA le ofrecen el asiento, y entonces el hombre, que debe estar siquiera un poco agotado de llevar el peso de su hijo, le da el crío a la pareja y continúa de pie.

Sucede todos los días.

Es hombre pues, es más fuerte pues, dicta el sentido común. Otra vez el sentido común, por Zeus.

Sí, ese es otro lado del machismo: Macho no cría hijos. Macho caza en el bosque. UNGA UNGA UNGA.

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Foto: Hernán Migoya

Lamentablemente, el sentido común de la señorita empleada del BCP se extiende a buena parte de la sociedad peruana. Un ejemplo cotidiano lo dio Hernán Migoya, quien ya había mencionado en este Útero que el problema de los letreritos del Metropolitano (como de la mayoría del transporte público) es que solo consideren a las mujeres como acompañantes de niños, por lo tanto merecedora de asientos y consideración cuando llevan a un crío en brazos.

Amables comentarios del respetable público (Captura de El Perú está en los comentarios)

Amables comentarios del respetable público (Captura de El Perú está en los comentarios).

Pero el letrerito de marras es solo una muestra de todo lo que está mal sobre los roles de la maternidad y la paternidad. De aquí salen “sentidos comunes” más perversos como que la madre al ser mujer es sí o sí más apta para la crianza o termina avalando la falta de culpa de los varones que abandonan hogares, porque, finalmente, los niños están mejor con sus madres. La carga de la crianza sigue estando oficialmente en manos de las madres, a ellas se les considera público objetivo de los programas sociales.

Otro ejemplo en el cotidiano es el asunto de los cambiadores para bebés en los baños. ¿Existen en cantidad proporcional a los baños de hombres y de mujeres o la mayoría sigue estando en estos últimos? ¿Eso quiere decir que se asume que las madres son las que tienen que llevar a los bebés al servicio?

Cambiador en baño para hombres. Foto: 20minutos.es

Cambiador en baño para hombres. Foto: 20minutos.es

Finalmente, los problemas como del señor Marcos solo revelan que no somos una sociedad amigable con el rol masculino de la paternidad y hasta lo vemos de modo sospechoso, casi casi como algo antinatural.

Evidentemente, esto no se resuelve con cambiar el letrerito, sino que nuestro sistema entienda que el papel del padre adquiere un rol más activo en la crianza de sus hijos, y que esta no está supeditada al sexo de un progenitor.

Regina Limo

Nerd feminista y lesbiana. Escribo guiones, narrativa y teatro. Leo como descosida y colecciono juguetes. También puedes leerme aquí Hueveo en Twitter como @reinadecapitada