reinadecapitada Miércoles, 22 julio 2015

Todos somos Caitlyn Jenner y este discurso lo comprueba

Regina Limo

Nerd feminista y lesbiana. Escribo guiones, narrativa y teatro. Leo como descosida y colecciono juguetes. También puedes leerme aquí Hueveo en Twitter como @reinadecapitada

A estas alturas, Caitlyn Jenner ya ha logrado más notoriedad que sus logros deportivos del pasado y quizás más fama que sus hijastras, las Kardashian.

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Foto: vanityfair.com

Hace unos días, Caitlyn recibió un premio especial, el premio al coraje ‘Arthur Ashe’ en los ESPY Awards, que organiza la cadena ESPN. Estos premios son como el Óscar del deporte, y de hecho siguen el mismo sistema de votación, pues son los miembros del gremio deportivo quienes eligen a los premiados.

El discurso de aceptación del premio por parte de la exatleta ha sido uno de los más conmovedores de la gala de los premios, no solo porque son pocas las ocasiones en que una persona transexual se dirige directamente al público para hablar de su proceso de transición sino porque es un llamado a tolerar la diferencia, y USA debe de ser uno de los países donde la diferencia es un factor clave de la identidad entre sus ciudadanos, lo que ha generado y sigue generando roces de carácter cívico, étnico y religioso.

Pero lo que más me ha conmovido del discurso de Jenner han sido estos fragmentos (la traducción es de S Moda):

El mes pasado el cuerpo de Mercedes Williamson, una joven mujer transexual, fue encontrado en un campo de Mississipi apuñalada hasta la muerte. También quiero hablados de Sam Taub, un joven de 15 años de Bloomfield, Michigan. En abril, Sam se quitó la vida. La historia de Sam me afectó particularmente porque su muerte tuvo lugar unos días antes de que ABC emitiese mi entrevista con Diane Sawyer. Cada vez que esto ocurre la gente se pregunta: ¿pudo haber sido diferente? ¿Hacer esto más visible podría hacer que las cosas cambien? Nunca lo sabremos.

[..] Soy consciente de mi responsabilidad a la hora de contar mi historia de la manera correcta, de seguir aprendiendo, de hacer todo lo que haga para cambiar el modo en que la gente transexual es vista y tratada. Y, sobre todo, promover una idea muy simple: aceptar a la gente tal y como es. Aceptarla aunque sea diferente.

[..]Yo entrené fuerte. Competí. Por eso la gente me respetó. Pero esta transición ha sido más dura para mí de lo que nadie pudo haber imaginado. Y ese es el caso de mucha otra gente. Solo por esa razón la gente transexual se merecen algo vital: se merecen vuestro respeto. Y de ese respeto saldrá una comunidad compasiva, una sociedad más empática. Y un mundo mejor para todos nosotros.

Algo que muy poco entendemos es lo que implica aquella útlima frase. El problema de las personas transexuales es también directamente nuestro problema. La transfobia no es sólo nociva para las personas trans sino para todos nosotros.

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Foto: salon.com

Todos podemos ser Caitlyn Jenner. No, no significa que te vas a cambiar de sexo sí o sí. Tranquilidad. Si no has tenido ganas de hacerlo en el pasado, difícilmente alguien te va a convencer de hacerlo ahora. Con las personas trans es distinto, no es un deseo que surge de un día para otro, ha estado siempre allí, como bien lo afirma Jenner, que lo ocultó casi toda su vida. Imagínense vivir con esa tensión permanente.

Pero decía que todos podemos ser ella. Por una cuestión sencilla: en cuanto al género todos, en mayor o menor medida, no encajamos, somos diferentes.

La transfobia tiene dos premisas. La primera defiende el patrón de género: condena a alguien no solo por negar su sexo biológico sino por desobedecer los patrones de género: el maquillaje es solo para mujeres, los pantalones anchos son solo para hombres, etc.

La segunda premisa defiende el esencialismo sexual: sigues siendo hombre aunque te pongas vestidos, sigues siendo mujer aunque te pongas camisa. Niega la posibilidad de que no sólo el género sea una construcción sino también el sexo.

Estas dos premisas nos encierran a todos en los mismos patrones. Quienes las asumen también se someten a esos parámetros. Discriminar a las personas trans es colocarnos a nosotros mismos bajo estos absurdos patrones que nos juzgan como más mujeres o más hombres. Sale de ahí “sentidos comunes» como ligar la masculinidad al deporte o la delicadeza a la feminidad. Eres menos hombre si no participas del fulbito o menos mujer si te sientas con las piernas abiertas. Así, por ejemplo, la publicidad suele representar a los hombres como juergueros y dominantes mientras que las mujeres son delgadas y complacientes. Eso es también lo que hace sufrir a muchos hombres con problemas de disfunción eréctil o de eyaculación precoz: la conciencia de no ser tan hombres como se espera de ellos. Eso es también lo que se estigmatiza en las mujeres que llevan una vida sexual fuera de la moral judeocristiana: se les atribuye la degradación de sus cuerpos, como si el goce sexual conllevara una especie de lepra.

Evidentemente quienes la pasan peor con el gobierno de esta normativa son las personas trans. Históricamente a los y las trans se les niega desde la identidad hasta la existencia. En el Perú recordamos cada 31 de mayo el aniversario de la triste matanza de 8 personas gays y trans en el bar Las Gardenias de Tarapoto, el año 1989. El MRTA se adjudicó el crimen como un acto de “limpieza social” (últimas cuatro páginas de este tomo de la CVR). Desde hace unos años y debido a este hecho, el 31 de mayo fue designado en Perú como el Día Nacional de Lucha Contra la Violencia y los Crímenes de Odio Hacia Lesbianas, Trans, Gays y Bisexuales. Lamentablemente, aún no es suficiente. Dentro del conjunto de crímenes de odio que suceden cada año en el país, quienes se llevan la peor parte son las personas trans: agresiones físicas, precariedad, falta de empleo, persecución. La gran mayoría no ha tenido la suerte de Caitlyn Jenner, y ni siquiera su familia l@s ampara. Está claro que si no practicamos el ejercicio de la empatía, esa intolerancia tarde o temprano se puede volver contra nosotros.

Discurso de Caitlyn Jenner en la entrega de los premios ESPY

(completo y con subtítulos en español)

Regina Limo

Nerd feminista y lesbiana. Escribo guiones, narrativa y teatro. Leo como descosida y colecciono juguetes. También puedes leerme aquí Hueveo en Twitter como @reinadecapitada